“LA PROMESA DEL PADRE”
“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalem,
sino que esperasenla promesa del Padre, la cual,
les dijo, oistéis de mí; Porque Juan ciertamente
bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados
con el Espíritu Santodentro de no muchos días”
Hechos 1:4-5
“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalem,
sino que esperasenla promesa del Padre, la cual,
les dijo, oistéis de mí; Porque Juan ciertamente
bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados
con el Espíritu Santodentro de no muchos días”
Hechos 1:4-5
De la fiesta de la Pascua se cuentan hacía delante cincuenta días para la Fiesta de Pentecostés. (Pentecostés=quincuagésimo día de la Pascua). La Pascua -en los días de Jesús- celebraba la salida de Israel de Egipto e iniciar el éxodo rumbo a la Tierra Prometida, en tanto Pentecostés celebraba dos eventos: 1. El recogimiento de los primeros frutos de la tierra y 2. La Proclamación de la ley en el Monte Sinaí...
Nosotros, los cristianos, acabamos de celebrar la Pascua Cristiana y conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesucristo y ahora nos mantenemos en la expectativa rumbo al Pentecostés...
La iglesia vive un tiempo especial porque el mundo sufre cambios políticos, sociales, culturales y religiosos, pero también de desastres naturales como sismos, sunámis, contaminación, tumultos, revoluciones y guerras... pero la Iglesia no podrá hacerle frente a tanta calamidad espiritual. moral, ecológica y natural a menos que experimente la llenura y bautismo del Espíritu Santo del Señor... pero ahí está la Promesa del Poder del Espíritu Santo actuando poderosamente aquí y ahora... este es el Tiempo de Dios; vivamos plenamente en la acción de Su Promesa... Así sea.
Nosotros, los cristianos, acabamos de celebrar la Pascua Cristiana y conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesucristo y ahora nos mantenemos en la expectativa rumbo al Pentecostés...
La iglesia vive un tiempo especial porque el mundo sufre cambios políticos, sociales, culturales y religiosos, pero también de desastres naturales como sismos, sunámis, contaminación, tumultos, revoluciones y guerras... pero la Iglesia no podrá hacerle frente a tanta calamidad espiritual. moral, ecológica y natural a menos que experimente la llenura y bautismo del Espíritu Santo del Señor... pero ahí está la Promesa del Poder del Espíritu Santo actuando poderosamente aquí y ahora... este es el Tiempo de Dios; vivamos plenamente en la acción de Su Promesa... Así sea.
Obispo Baltazar González Carrillo
